El Despojo


19 días…

Deshacerse de cosas materiales no resulta difícil; siempre y cuando esos objetos no posean una carga emotiva extra. Hablo de objetos que pueden llegar a emocionarte hasta el punto de las lágrimas, y sobre todo en este momento cuando el viaje se avecina y agrava los sentimientos de nostalgia.

¿Qué hacer con estos objetos?... ¿se regalan?, ¿se venden?, ¿se guardan?...

El guardarlos resulta incoherente cuando no se sabe si uno vuelve. Seria acumular objetos y cajas, acumular cacharros en la casa de otra persona, no es viable.

¿Entregarlos?, de hacerlo, siento que debería de ser a una persona fuera del circulo intimo de amigos y familia, ¿Por qué?, ¡Acá esta el conflicto!… Porque de volver no querrías verlos, por temor a volver a emocionarte, a rememorar, o hasta porque podrías sorprenderte sintiéndolos ajenos.

En este punto es cuando reflexiono y me detengo a pensar fríamente…

Las personas NO están en las cosas, los objetos son objetos por mas carga emotiva que tengan, esos momentos que viviste, ya pasaron, algunas personas no van a volver, y esa persona que vos eras tampoco.

PARA MIRAR HACIA ADELANTE DEBEMOS DEJAR EL PASADO QUE NOS AFECTA ATRÁS, Y PARA ESO ES NECESARIO…

EL DESPOJO, Físico y emocional.

Aldy Malén



Uno a veces se encuentra en la búsqueda de algo, algo que no se sabe que es, pero ese algo te hará cambiar en algún sentido. Mucha gente busca esos cambios, y a otras personas simplemente, se le aparecen…

Considero que soy una persona que atrae cambios constantes, finalizo algo y automáticamente otro cambio radical surge, sin buscarlo, aparece, como una idea o materializado.

Hoy estoy a 38 días de dejar mis raíces, cambiarlas por un nido itinerante, volar siguiendo mis intuiciones. Mucha gente no lo comprende, otra te admira, te cree fuerte, y yo estoy…

CAGADA EN LAS PATAS! (Expresiones Argentinas, si las hay!)

Comienza a circular la pregunta, ¿será acertada la decisión que estoy tomando?, comienza a aparecer la nostalgia, ¿Cuándo volveré?, ¿Cuánto tiempo voy a estar sin ver a mi familia y amigos?. Esto nace sin duda del temor a lo desconocido, a los CAMBIOS, a la incertidumbre de no saber que hay más allá… Pero cuando lo pienso un instante y recuerdo todas las veces en que intente programar mi vida y todo se dio vuelta, llego a la conclusión de que debo dejar que todo fluya y que el destino me marque el camino. 

Muchas veces aquellos cambios que yo quería que sucedan no me trajeron la felicidad que anhelaba, y en cambio, aquellos cambios a los que temía despertaron en mi el ansia de vivir.

Comienzo mi viaje, mi camino, esta vez sin preguntarme, ¿Por qué?, ¿Cómo?, ¿Cuándo? O ¿Dónde?, porque tengo una mente abierta a los cambios, una mente abierta a vivir nuevas experiencias, a adquirir los más diversos conocimientos culturales…

Porque tengo Sueños, y Alas…

Aldy Malén