Diciembre
2013
Cuando me preguntan, ¿Cómo fue el
viaje a Cuba?, mi respuesta es: “Raro, tienen que vivir esa experiencia, no se
puede contar”
Voy a tratar de describir las
sensaciones de mi viaje, intentando reflejar esa Cuba nostálgica y obediente
que viví.
Después de vivir algunos meses en Cancún comencé nuevamente a sentirme algo inquieta, estaba bastante establecida, viviendo sola por primera vez en mi estudio (mono ambiente), pero últimamente, como saben, lo estable no se lleva bien conmigo y necesite volver a moverme, ver algo diferente, conocer un nuevo lugar. Decidí ir a pasar navidad a Cuba.
Los primeros comentarios que me llegaron era que allí no se festejaba navidad, que iba a ser diferente, que no
me iba a encontrar con ningún objeto navideño en la calle ya que eso claramente
no era más que influencia comercial de EEUU, y que la gente no festejaba. En un
principio navidad no era considerada siquiera una fiesta civil, el día 24 y 25
no eran feriados, esto tuvo lugar hasta el año 2011 en el que el papa Benedicto XVI visito Cuba, a partir de ese
entonces, Navidad comienza a ser considerada, y a su vez, en esa visita, la
Iglesia Católica comienza a tener sus primeras manifestaciones
públicas y las primeras transmisiones televisivas de sus ceremonias. Fuera de la iglesia católica, en Cuba también hay otras manifestaciones religiosas como la protestante, y la Afrocubana. Esta ultima es descendencia directa de África, esta relacionada con la santería, tienen sus dioses (Orishas) por quienes realizan sacrificios y ofrendas a cambio de que su pedido sea cumplido. Se puede ver a muchas mujeres negras en la costa ofrendando al Dios del mar, dejando su canasta en el agua. Utilizan muchas cuentas de colores que están relacionadas con el color que representa a su dios y a la protección.
Junto con estas
decoraciones también podemos encontrar gente vestida con imitaciones de marcas
como Nike o Adidas, personas con remeras de “Wisin y Yandel” o Mickey Mouse,
muchas veces es ropa regala, o ropa que consigue económicamente a través de
gente que importa para la venta. Si el equipaje con el que se ingresa a Cuba
resulta sospechoso para la Aduana, si llevas ropa o tecnología para regalar
ellos te pedirán que evalúes cuánto vale tu “donación” y tendrás que pagar ese
monto allí mismo para ingresar al País.
Esta fue mi
primera sensación y experiencia respecto a este país tan diferente, “Cuba, no
es lo que era”, y desde esta premisa comenzó mi viaje…
Existen dos maneras de viajar a
Cuba, vacacionando en los mejores hoteles, comiendo en restaurantes, visitando
lugares preparados para el turismo y rodeándose de turistas, o yendo de
“mochila” parando en casas de cubanos, rodeándose de ellos, conociendo su
realidad y comiendo en los “Paladares” (puestos en la calle).
En cada lugar paramos en casa de cubanos oficiales. Me detengo aquí para
contar de qué se trata esto…
Casas de Renta Oficial
Muchas familias cubanas presentan
sus casas al gobierno para ser aprobadas y poder poner sus habitaciones en
renta a disposición del turismo. Del alquiler de las mismas el gobierno se
lleva un porcentaje. Cada turista debe ser inscripto en el libro de la casa, y
el mismo se debe llevar a la policía para dar parte de donde se encuentran los
mismos y llevar el control de los alquileres. Las casas oficiales están
identificadas por un cartel que posee el logo de un ancla, y la inscripción
"Arrendador Divisa”. Muchos cubanos te ofrecerán sus casas a menor precio,
porque la necesidad en Cuba está latente, pero si la casa no es oficial, y la
policía descubre esta situación los cubanos pueden terminar presos y el turista
deportado.
Cuando uno va a viajar a Cuba lo
primero de lo que te hablan es de la pobreza, de la gente pidiéndote en la
calle desesperadamente un jabón, una lapicera, ropa. Para nuestra sorpresa ya
no es así, la única gente que te pide es la que está en todos los países, los
alcohólicos o los locos que viven en la calle. Las casas de familia poseen
jabones, preparan abundantes desayunos, muchas poseen aire acondicionado,
televisión en cada habitación, y en las mejores hasta tienen piscinas y “arreglos”
para tener internet y cable en sus casas. A veces, dicho por la misma gente de
las casas, es mejor no “preguntar tanto”, solo gente aprobada por el gobierno
puede tener acceso a estos beneficios comunicativos, a los médicos por ejemplo
se los permiten porque su trabajo requiere de una actualización constante. El
internet que poseen las casas aprobadas es a través de conexión telefónica, muy
lento.
Los turistas pueden acceder a un
internet más veloz en las sucursales de “Etecsa”, cuesta alrededor de 5 Dólares
la media hora, casi el mismo costo que la renta de una habitación compartida.
Las llamadas telefónicas también son muy caras, por tal motivo el viajar a Cuba
es volver en el tiempo, sumado a lo caro de la comunicación, las compañías
telefónicas extranjeras no tienen señal en el país, literalmente en este país,
te desconectas del mundo.
Retomando el tema anterior acerca
de las necesidades del Cubano, sean más o menos pobres, siempre están al
acecho, a la caza de "comisiones", puede ser para intentar venderte tabaco
(legal o ilegal), para llevarte a un restaurante o a la casa oficial de algún amigo que después
tendrá que darle un porcentaje de la renta, o lo más común, en la búsqueda de
posibles “clientes”.
En Cuba se ve mucha prostitución,
tanto de mujeres como hombres, es común ver a cubanos con extranjeros. A veces
son clientes de una noche, de quien reciben dinero, o como diría una espantada,
y simpática abuelita tallada a la antigua: - ¡Se venden por un Shampoo!. No hay
muchas pretensiones en cuanto a la paga, es lo que puedan darles. Se observan a
las cubanas en cada esquina viendo quien será su trabajo de ese día, un recurso
muy utilizado es el de pararles los taxis a los turistas, al subir el mismo,
ellas van detrás y los acompañan hasta su hotel. Muchas veces comienzan una
charla desinteresada, parece que hay interés de ambas partes, y luego de estar
en la situación clave, piden su paga. Hay quienes están varios días con el
extranjero y simulan ser sus “novias”, los toman de la mano y se muestran muy
cariñosas en la calle, mientras que su real novio cubano los lleva a recorrer
todo el país en su auto. De quienes más cuidado se debe tener es de los Jineteros/as, ellos simplemente intentaran enamorarte a cualquier costa para
poder casarse y salir del país.
Todas estas situaciones se dan a
plena luz del día, tratando de pasar desapercibidos de los controles
policiales. Por ejemplo, toda la Habana posee cámaras de seguridad,
exclusivamente para “cuidar al turista", porque aunque no lo crean,
irónicamente, el ingreso de dinero más importante, de lo que este país vive, es
del turismo. Si la policía, o el gobierno, observa una situación extraña, una
charla que dura más de lo debido entre un cubano y un extranjero, les llaman la
atención. Cuando algún joven en la calle se nos acercaba siempre lo hacían
nerviosamente, observando para todos lados para asegurarse de que ningún
policía estuviera cerca, recuerdo un encuentro que tuvimos con un rastafari en
el malecón de la Habana, este fue su discurso:
- Yo no puedo ser rastafari en
Cuba, quisiera no comer carne, pero el cerdo es lo barato, no puedo fumar, no
se consigue, es ilegal, puedo ir preso. Pero nadie puede invadir mi cabeza, mis
pensamientos. El cubano es apolítico, obediente, no puede pensar siquiera en
hacer una huelga, al otro día tiene a la policía en su casa realizándole un
lavado de cerebro, siendo amenazado. No podemos hacer amistades con
extranjeros, si nos ven hablando e interrogan y tú dices que no soy tu amigo
nos cobran una multa de 500 pesos nacionales, o hasta nos llevan presos.
Sufrimos por no poder cambiar nuestra situación política, y sufrimos por las
necesidades que tenemos, y eso es todo lo que conocemos en Cuba desde que
nacemos, el sufrimiento.
Los rastafari son muy vigilados
ya que representan la diferencia, llaman la atención, podrían resultar personas
perjudiciales para el gobierno. El discurso de él, fue el mismo que el de
muchos jóvenes que se nos acercaron en esos días. Nadie habla mucho de política, se puede percibir un gran fanatismo y admiración por "El Che", todos lo aman, pero no todos aman a Fidel.
Los sueldos básicos de los
cubanos son de 40 Cuc al mes, el Cuc es la moneda turista que se maneja en
Cuba, tiene casi el mismo valor que el dólar de EEUU, 40 Cuc son 960 en moneda
nacional Cubana. Se rumorea que pronto la moneda nacional dejara de existir y
se manejara solo el Cuc, lo que es grave para el cubano con porque los precios
se manejan para el turismo, y ellos no poseen sus sueldos.
¿Cómo vive el cubano
con sueldos tan bajos?, ¡inventando!, los que pueden poseen dos trabajos y se
las rebuscan para ver por dónde hacer negocio con el turismo. Esas mujeres
cubanas vestidas con colores brillantes, con pañuelos, canastas y flores,
felices, bailando por las calles no existen realmente, al igual que los hombres
vestidos de guerrilleros con gorras del che y fumando habano en las esquinas,
todos ellos no son más que un show montado para el turismo, para que la persona
se acerque a sacarse fotos a cambio de una propina.
Cada persona del grupo familiar
recibe "La libreta” mensual por parte del gobierno, la misma consta de:
- Un Aceite, un paquete de sal y uno azucar por grupo familiar
- 5 libras de arroz
- 1 libra de pollo
- 1 pan diario
Insumos como la leche, el café,
la mantequilla son muy caros. Otra curiosidad de Cuba es que el comer carne de
vaca es ilegal, son solo para consumo del gobierno, si un Cubano come carne de
vaca en su casa va preso, si un Cubano mata a una vaca son 20 años de cárcel,
por matar a una persona son 10. Siendo turista se puede consumir carne de vaca
en restaurantes, el cubano también puede hacerlo, pero no tiene el dinero. Los
presos en Cuba realizan trabajos comunitarios en los campos.
La educación en Cuba es gratuita,
pero aun así muchos jóvenes no poseen la ayuda económica necesaria para
estudiar, terminan optando por trabajar y ayudar a sus familias. La salud es gratuita, pero los medicamentos para el cubano son muy caros, en los
pueblos suelen hacer botiquines comunes con medicamentos que los extranjeros
les dejan para utilizarlos cuando alguna persona del lugar lo requiera.
En este país no existen los
orfanatos, ni niños desamparados. Hay muchos perros en la calle, enfermos, pero
nadie puede hacer nada por ellos porque no tienen el dinero para sanarlos.
Con respecto a su situación
dentro del país, si alguno quiere salir debe tener una carta de un extranjero
invitándolos a conocer su país, esta debe ser aprobada por el gobierno, y
claro, el cubano debe tener el dinero para pagarse su pasaje. No hay tantas
restricciones como antes para salir del país, ni tanta gente que intente
escapar en balsa a EEUU. Cabe remarcar que si un cubano es visto en la costa
Estadounidense sin haber pisado tierra es deportado por ellos nuevamente a su
país, sin gozar de sus anhelados derechos como ciudadanos de EEUU. Al ser
enviados nuevamente a Cuba, van presos.
Los deportistas, los médicos, y
cualquier persona que pueda representar a Cuba en el exterior son quienes
pueden salir sin inconvenientes. Los médicos son enviados muchas veces a
realizar misiones a África y Haití. Muchos aprovechan estas salidas, una vez
fuera, no regresan.
Retomando el tema laboral en Cuba
también se puede decir que un gran porcentaje de la población cubana vive del
cultivo. Cada campesino cultiva su campo para alimentar y sustentar a su
familia (consta de 4 grupos familiares). Todo campesino está obligado a tener
cultivar tabaco en la medida que ellos prefieran. Si la cosecha fuerte de un
campesino es el tabaco entonces deberá venderle el 90 % al gobierno, y de ese
dinero vivirá, ellos pueden vender el 10% restante o usarlo para consumo
personal. También cultivan frutas y vegetales, pero en menor medida solo para
su consumo. Si el fuerte del campesino es la cosecha de frutas y verduras,
entonces eso es lo que deberá vender obligatoriamente. Los vegetales y frutas
de cultivo común y de mayor importancia son: frijol, malanga, arroz, yuca,
boniato, piña, plátano, maíz y mamey.
Para mí una vida de
prohibiciones, imposiciones, una vida sin aspiraciones, sin animarse a ir más allá, una vida
con temor y necesidades constantes, no es vida, estés donde estés. A veces todo
eso es determinado por un agenté externo, en este caso, el país donde se vive,
pero otras veces es uno mismo quien se determina a vivir así.
¡A vivir!
Aldy
Malén