En Guatemala aprendí acerca de la perdurabilidad de las cosas, el amor hacia la cultura, lo incorrompible de la identidad, de las costumbres, y la convivencia con las diferencias. 


 


Puedes encontrarte inmerso en la ciudad de Guatemala, pero permanecerás en contacto con su cultura; encontraras a las mujeres descendientes de indígenas con sus polleras, camisolas de colores, fajas y cabellos trenzados, vendiendo su comida mas típica  cargando sobre sus cabezas baldes de masa para tortillas o vegetales, sobre sus espaldas veras a sus niños, sujetados por mantas. No solo hablamos de mujeres mayores, sino también de adolescentes y niñas. 









En Guatemala puedes encontrarte también con ciudades pintorescas y coloniales como la isla de flores, pequeña, pero con una paz que colma los sentidos, llena de personajes cálidos como las mujeres que mencione, humildes y trabajadoras, mercados  de pueblo llenos de contenido. 


Antigua es una ciudad mayor, fue la tercera cede capital del llamado "Reino de Guatemala", y es conocida como "la ciudad que perdura en el tiempo", rodeada de volcanes inactivos. Las estructuras de las casas y tiendas se mantienen desde aquellos años, un ejemplo de ello son las fuentes de agua en los patios centrales de las casas, las plazas, y las iglesias. Muchas construcciones fueron mejoradas, otras se mantienen como monumentos en ruinas, que resultan de atracción y remarcan la importancia de mantener viva su historia.




Y allí nos encontramos nosotros, tomando fotos y sorprendiéndonos de ver algo tan distinto. Nos cuesta comprender como consumidores que algo se pueda mantener en ese estado, inmóvil  intocable, imperturbable  Nos parece extraordinario que los jóvenes a pesar de convivir con el turismo, conociendo el tipo de vestimenta "moderno", las tecnologías actuales, entre tantas otras cosas, elijan diariamente no ceder sus costumbres. 

Muchas veces determinamos como verdadero y único a lo impuesto. Damos por correctos y buenos a los valores de nuestra sociedad y su accionar, cuando hay un abanico de culturas, de formas de vivir, un abanico de dudas que surge del experimentar las diferencias. Permitimos manipularnos cuando solo nosotros somos conocedores de nuestras necesidades.

Guatemala termino por conectarme conmigo misma en San Marcos la Laguna, pude conectarme con el arte, con lo simple, moler en la mañana el café que Ile (nuestra anfitriona) cultiva en la montaña. Pude deleitarme observando un volcán en erupción  viendo como la luz de la luna y de las casas de las montañas se reflejaban en la laguna, rodeándola, acobijandola.



Guatemala me dejo cierta nostalgia, la nostalgia del valor del ser. Del ser consciente de donde venimos, de lo que somos, de aprender a conocernos y vivir con nosotros mismos mas allá de nuestras ruinas internas, pasajeras o no. Solo nosotros conocemos nuestras necesidades, y nos basta mas que nuestra vos interior e intuición para guiar nuestra vida. Si nos guiamos por el exterior vamos a actuar y ser lo que otros quieren que seamos. Todo esta dentro nuestro, tenemos el poder de SER, de acertar, de equivocarnos, de aprender, de estar bien, de estar mal, todas estas acciones no son mas que la consecuencia de animarnos a vivir, ignorando los prejuicios. 


Aldy Malén

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