Despedida de México: lo que sucede, conviene.

- Esta no soy yo, mi risa está perdiendo su alegría, los días pasan sin sentirlos, sin encontrarles un propósito… me estoy perdiendo, no estoy viviendo.

Bajo esta premisa, con este sentimiento, me despertaba mis últimos meses en México. Todo indicaba que estaba cerrando una etapa del viaje, que mi camino no continuaría ahí. Tenía un trabajo estable que me desafiaba día a día y me gustaba, una casa con linda compañía, había empezado a estudiar inglés, estaba estable, sin embargo… algo faltaba.

Quise esperar, no precipitarme, me forcé a darle lugar a los procesos del mundo para estar segura de que la decisión saldría de mí ser interior y no estaría influenciada por algo del entorno, o por el duelo de un amor prematuro… Espere.

En la espera llegaron las Alas. Mucho tiempo había estado pensando en tatuarme, pero no tenía convicción sobre el hacerlo, ningún dibujo me convencía. En medio de un sismo interno una foto llego a mis manos, la foto de MIS ALAS. Llegaron en el momento preciso para darme seguridad y reforzar mi espíritu. Con ellas vencí miedos, con ellas me fortalecí, con ellas entendí que mi valentía y mis ansias de vida seguían intactas, con ellas quebré muchos prejuicios, de aquellos que al sortearlos terminan siendo grandes lecciones de vida. Ellas representan la libertad para tomar decisiones y hacerme cargo de lo que eso conlleve, también representan mi estado de viaje continuo, espiritual, el volar, el soñar, y por último la certeza de que nada es imposible si nos lo proponemos.


Con alas en mi espalda y mi mente limpia del “qué dirán”, estaba lista para sacar nuevamente un pasaje a Buenos Aires. Esta vez mi decisión viajar no fue una oferta que llego a mis manos, invierto en el boleto con decisión y seguridad. Necesito presentar estas alas a sus raíces, llenarlas de sus “orígenes” para que al volar alto nunca se olviden de su esencia.

La calma retorna otra vez armando mi mochila, junio, mi cumpleaños… con mi gente. No siempre se tiene la seguridad de que lo que estamos haciendo es lo mejor, pero si escuchamos a nuestro corazón, mágicamente, todo fluye para bien y resulta en lo que debe ser, aún cuando por momentos “el árbol nos impida ver el bosque”. Dicho esto, podría agregar que al final lo que determina mis estadías y partidas dentro de  un viaje es: “la búsqueda de bienestar y paz interior”; esa es la real fuente de felicidad. Uno es su propio hogar, no los lugares, no la gente. De nosotros depende adaptarnos o no a las diferentes experiencias que se nos presentan, y puedo asegurarles que son increíbles y maravillosas las cosas que pueden pasar a nuestro alrededor cuando tenemos los ojos abiertos para percibirlas, si estamos bien con nosotros mismos podemos ser Caribe y nieve.

En mi mochila a Buenos Aires me llevé la humildad de muchos mexicanos, su calidez para tratar y compartir con las personas, el cuidado de las costumbres, el placer de hacer lo que les gusta. Aprendí de su sencillez, pero también de la extravagancia de las altas clases sociales, la fiesta y la calma. México me abrió sus puertas desde el primer momento en que llegué, me enseñó muchísimo, me regaló aire e ilusiones, me hizo vivir situaciones de las que nunca creí tener la posibilidad de ser parte. No imagino otro país como comienzo de mi búsqueda en el mundo, ¡gracias México por haberme dado tanto, por haberme enfrentado tan fuertemente a mis fortalezas y debilidades!

En junio corte mi cordón, mi unión, guarde todo aquello que no podría olvidar en un lugar sano de mi corazón donde no pudiera impedirme continuar mi camino y me fui de Cancún en búsqueda de más… ¡hasta siempre Carnalitos!

Moviéndome en Argentina

El volver no es un paso atrás, sino una “estación”, sé que no estoy regresando, estoy cargando combustible. 
Después de despedirme de México siguieron algunas semanas en Buenos Aires, reencontrándome, viviendo mi nuevo año con la familia y amigos. Desde el momento en que pise la ciudad sentí que estaba donde tenía que estar, sin dudas. Algunas personitas estuvieron más presentes que otras, igualmente, a esta altura, intento no esperar nada determinado de nadie porque sé que cada persona tiene su mundo y vive sus momentos como yo también lo hago continuamente. Cuando regresás percibís e identificas también que hay personas que quedan suspendidas en el tiempo pasado, convirtiéndose en gente completamente ajena a quien uno es en el presente. Eso puede permanecer o ser solo un proceso que espera el reencuentro que nos vuelva a hacer sentir familiares. Me adapté a todas esas diferentes situaciones durante dos semanas y volé nuevamente rumbo a Rio Negro con una propuesta de trabajo temporal.

Una ciudad blanca, huellas de pisadas, pinos helados, muñecos de nieve, chocolate caliente, vida de montaña y un paisaje de cuento me esperaron en el Cerro Catedral de Bariloche. En este lugar estoy hace dos meses “sirviendo”, entendiendo este concepto como: Ser algo o alguien apropiado para cierta tarea, actividad, etc. Valer, ser de uso o utilidad. Trabajo en una hostería, la mayoría del tiempo con gente, les preparo su desayuno, hago sus camas, limpio, soy niñera, sereno, encargada, recepcionista, cambio bombillas de luz, y normalmente cuando logro tener un tiempo lo utilizo con ellos, compartiendo mates y largas charlas; después de todo, lo más valioso de este trabajo es compartir y aprender de cada persona que llega al “Club”. En este lugar estoy aprendiendo a “dejar ir”, a ser “quien se queda”. Los recambios de pasajeros son todas las semanas, esta vez no me despiden, despido, conozco la otra cara de la moneda, me familiarizo con ella pero me cuesta, es difícil no encariñarse con cada persona que llega pero entiendo que por algo la vida pone a cada uno en el camino. Algo me queda de cada grupo que visita la casa. Aprendo, vuelvo a enfrentarme con mis puntos débiles y fuertes, la montaña transmite paz y te brinda muchas situaciones reflexivas. Mucha gente minimizaría un trabajo de estas características, es un trabajo de temporada, que no requiere de estudios, no mucha gente quiere hacerlo, hay que arremangarse, es cansador, estás expuesto todo el tiempo al contacto con la gente y a atender sus necesidades, las energías se agotan, pero fuera de todo eso es bueno saber que lo que das está puesto en un lugar donde se necesita. La mayoría de las veces es valorado, está bueno poder olvidarse un poco de uno y brindarse al otro. Uno pasa a segundo plano y eso hace que los pocos momentos que se tienen para uno sean más verdaderos y no se desperdicien en cosas o procesos que no lo valen. Este trabajo me está enseñando muchísimo. Aprendí que a veces el acompañar, el compartir experiencias vividas con la gente, el robar una sonrisa o ayudar a sembrar sueños, son cosas que me llenan el alma y ese es, hoy, mi humilde granito de arena para que, quizá, la gente que se cruza en mi camino pueda movilizarse un poquito, conectarlos con algo desconocido o diferente, abrir nuevas puertas en sus corazones, o bien, darles aire. Fuera de lo que brindo, lo que me llevo y aprendo de cada uno es igual o mejor y estoy agradecida.


La reflexión

Todos los procesos y experiencias por los que fui pasando a lo largo de estos últimos meses me llevaron a diferentes tipos de viajes. Me están empezando a hacer más consciente y responsable del tiempo y del otro. Por primera vez en mi vida me siento “grande” en relación a la gente que me rodea, me siento más madura y más consciente del futuro. Hoy estoy entendiendo y asimilando que la vida no se mide por horas contadas ni por una línea de tiempo, sino por los momentos en los que uno estuvo dispuesto a vivir realmente y se entregó a lo incierto con los ojos cerrados. Todos merecemos elegir y determinar las experiencias que queremos atravesar, así como merecemos elegir a las personas que queremos que formen parte de nuestra vida y no conformarnos. Todos somos diferentes, y nadie lastima a nadie por gusto, hay que ser pacientes y entender que todos tenemos diferentes procesos y conflictos. Entendiendo que no toda la gente está preparada para enfrentar sus realidades y fantasmas, y que uno no puede hacerlo por ellos. Nuestra luz puede ayudar sólo si del otro lado hay una persona dispuesta a verla, sino encandila, pasa, y muchas veces se olvida.

Hoy simplemente me entrego, confío, y suelto al universo mi próximo vuelo. Lo que tenga que ser… ¡será!


¡Buen viaje!
 Aldy Malén
En Marzo volví a Argentina a visitar a mi familia y amigos, esta segunda visita los disfrute mucho más y el irme me resulto más difícil. Hay momentos en la vida en los que todo se paraliza, todo queda levitando, observando objetivamente cual es el próximo camino a seguir. Así quede luego de ese viaje, hoy es uno de esos momentos para mí, en el que el planteo es, si hay cosas que no me gustan, solo yo tengo el poder de cambiarlas, si no lo hago, quedarme en la queja es mi elección.

Lo que estaba haciendo, si bien me daba el dinero que necesitaba para viajar, no me dejaba ninguna enseñanza, era un trabajo frívolo, fácil, y superficial, la gente no tenía nada que ver conmigo. Opte por conseguir un trabajo en el que me sintiera con desafíos por delante. Hoy estoy tomando fotografías en un hotel de Cancún, México. Una de las cosas que amo, tomar fotos, captar esos momentos en los que una sonrisa es espontánea porque se ve a la persona que se ama, porque a su hijo feliz. Una lágrima de emoción, un juego que conecta a las personas y las hace olvidar de cualquier preocupación. Dejar plasmado ese momento en una imagen y que la gente se emocione al verla me llena el alma. Me desafío, cada día aprendo más, conozco gente nueva, veo el mar todos los días… lo que gane o deje de ganar depende de mí, estoy feliz porque el ir a trabajar no me es un esfuerzo y lo hago con entusiasmo, el día se pasa rapidísimo.

Las personas de las que me rodeaba pocas veces me dejaban algo bueno, al igual que las redes sociales. Decidí alejarme por completo de todo eso y solo conectarme con las cosas y personas reales y diferentes que conocí en este viaje, y claro, también seguir en contacto con mi gente de toda la vida, los que siempre están en las buenas y en las malas, esas personas con las que uno puede hablar de sentimientos, de miedos, y te entienden y pueden consolarte. De esas personas que entienden a los seres humanos como personas, y no como objetos desechables.Esas personas que hoy son como yo, extraterrestres. Que son juzgadas por una gran parte de la sociedad por no seguir la corriente, por hacer las cosas de manera diferente. 

Lamentablemente, hoy,  actuar bien, con valores, con sentimientos, con el corazón, es de perdedores, de aburridos. No tener miles de amigos es de antisocial, pero mantener una relación, una amistad, una familia tratando de ser felices y de no lastimar los sentimientos de nadie es algo pasado de moda en la era de lo fácil, lo accesible, ¿Por qué esforzarnos por mantener algo con una persona si puedo tener una por día? ¿Por qué voy a involucrar sentimientos si puedo ignorarlos y evitar salir lastimado? ¿Por qué voy a querer conectarme con mi ser interior si eso puede traerme preocupaciones? ¡mejor tomo algo que me anestesie y me olvido de que hay un alma conmigo!

Contrario a lo que el normal de la gente piensa, ser un extraterrestre no es nada fácil. Hay una forma muy simple de entender a lo que me refiero, y está al alcance de la vista de todos. En “Los Simpson” la serie animada más famosa impone a Bart como el “rebelde”. La realidad es que Bart no hace más que seguir a la sociedad, a lo que el común de la gente hace. El ser popular lo relaciona con una actitud más agresiva, el no estudiar, el no obedecer, llevado a una pubertad común, y, en la adolescencia usar drogas, vivir de fiesta… lo que hace la mayoría. Bart no es el rebelde, no es más que un pobre chico que no entiende que es lo que debe hacer, que no sabe si actuar como el padre o como la madre, que tiene poca personalidad y es influenciable por el entorno. Cuando Bart está mal y necesita ayuda, o un consejo, a la única persona que recurre es a Lisa. Lisa, ella es la verdadera rebelde, víctima de todas las críticas de su familia, de sus profesores, de sus vecinos, ella solo encuentra algo de consuelo en su madre y en las pocas personas diferentes que va conociendo. Es criticada por ser vegetariana, por ser inteligente, por ser solidaria, por proteger al medio ambiente y por innumerables cosas más, cuando la realidad es que todo lo que hace es por convicción, no le hace mal a nadie, al contrario, solo hace el bien y siempre sigue a su corazón. Cuando no lo hace (a causa de influencias externas) se siente muy mal con ella misma.

Ellos son los verdaderos rebeldes “encubiertos”, los “nerds”, los “Lisa”, los “extraterrestres” o como quieran llamarlos. El fin de esta reflexión es mostrarle a esa gente que se siente diferente, que no son los únicos, que hay personas iguales que van a ir llegando a sus vidas. Tienen que quedarse con esas personitas hermosas que dejan enseñanzas y algo lindo siempre, y no paralizarse delante de quienes los hagan sentir menos y les dejen sensaciones negativas.  No flaqueen en su vida, porque solo de nosotros depende estar donde tenemos que estar. Mientras se tenga la convicción de que lo que se hace es lo correcto y solo se hace el bien, nada de lo que puedan decirles los va a afectar.

Pueden ser excluidos y lastimados por muchas personas, pero tienen que tener la certeza de que también hay gente como uno, que ama vivir, que sueña y se juega por lo que siente y piensa, y eso trae paz y mantiene la fe y la confianza entre las personas. Mucha gente no tiene fortaleza y se quedan con lo más simple, seguir al cardumen, el trabajo de ser extraterrestre no es para todos, y eso debemos tenerlo muy en claro para comprender y no juzgar.

En fin, hoy solo estoy conmigo misma, y si me preguntan cómo voy a seguir, solo puedo decirles que creo que México está cumpliendo su ciclo y hay muchas opciones y sueños en mi cabecita… EEUU, Alaska, Costa Rica, Nueva Zelanda, Australia, Europa… ¡muchos caminos! ¿Cuál voy a tomar? ¡esa decisión se la dejo a mi intuición, a mi corazón, al tiempo y al destino!

¡Sean ustedes mismos, nada es imposible!


Aldy

¡Gracias mis extraterrestres!



Diciembre 2013

Cuando me preguntan, ¿Cómo fue el viaje a Cuba?, mi respuesta es: “Raro, tienen que vivir esa experiencia, no se puede contar”

Voy a tratar de describir las sensaciones de mi viaje, intentando reflejar esa Cuba nostálgica y obediente que viví.


Después de vivir algunos meses en Cancún comencé nuevamente a sentirme algo inquieta, estaba bastante establecida, viviendo sola por primera vez en mi estudio (mono ambiente), pero últimamente, como saben, lo estable no se lleva bien conmigo y necesite volver a moverme, ver algo diferente, conocer un nuevo lugar. Decidí ir a pasar navidad a Cuba.

Los primeros comentarios que me llegaron era que allí no se festejaba navidad, que iba a ser diferente, que no me iba a encontrar con ningún objeto navideño en la calle ya que eso claramente no era más que influencia comercial de EEUU, y que la gente no festejaba. En un principio navidad no era considerada siquiera una fiesta civil, el día 24 y 25 no eran feriados, esto tuvo lugar hasta el año 2011 en el que el papa Benedicto XVI visito Cuba, a partir de ese entonces, Navidad comienza a ser considerada, y a su vez, en esa visita, la Iglesia Católica comienza a tener sus  primeras manifestaciones públicas y las primeras transmisiones televisivas de sus ceremonias. Fuera de la iglesia católica, en Cuba también hay otras manifestaciones religiosas como la protestante, y la Afrocubana. Esta ultima es descendencia directa de África, esta relacionada con la santería, tienen sus dioses (Orishas) por quienes realizan sacrificios y ofrendas a cambio de que su pedido sea cumplido. Se puede ver a muchas mujeres negras en la costa ofrendando al Dios del mar, dejando su canasta en el agua. Utilizan muchas cuentas de colores que están relacionadas con el color que representa a su dios y a la protección.

En fin, todo indicaba que sería una navidad diferente, ¡y lo fue!, pero no como esperaba. Cuando llegue a Cuba comencé a ver en todas las calles y negocios de la Habana guirnaldas navideñas, arboles, muñecos de nieve, decoraciones para la ocasión. En cada casa de familia a la que fuimos podíamos encontrarnos con lo mismo. Un día uno de mis compañeros de viaje estaba tan enfadado con esta “influencia en la vida Cubana” que no lo pensó dos veces y arrojo un muñeco navideño por la ventana de la casa donde estábamos, todos estos eran detalles que simplemente vislumbraban que la Cuba en la que estábamos no era la Cuba de la que mucha gente nos habló a lo largo de nuestras vidas. Cuba vive del turismo, el turista debe sentirse en casa y debe estar cómodo, si eso lo logro poniendo un árbol de navidad en mi casa, lo haré. Los ciudadanos comenzaron a festejar navidad, porque también así lo quisieron, su festejo simplemente consiste en realizar una cena con la familia, no hay fuegos articules, no hay regalos, no hay dinero para ello.


Junto con estas decoraciones también podemos encontrar gente vestida con imitaciones de marcas como Nike o Adidas, personas con remeras de “Wisin y Yandel” o Mickey Mouse, muchas veces es ropa regala, o ropa que consigue económicamente a través de gente que importa para la venta. Si el equipaje con el que se ingresa a Cuba resulta sospechoso para la Aduana, si llevas ropa o tecnología para regalar ellos te pedirán que evalúes cuánto vale tu “donación” y tendrás que pagar ese monto allí mismo para ingresar al País.

Esta fue mi primera sensación y experiencia respecto a este país tan diferente, “Cuba, no es lo que era”, y desde esta premisa comenzó mi viaje…

Existen dos maneras de viajar a Cuba, vacacionando en los mejores hoteles, comiendo en restaurantes, visitando lugares preparados para el turismo y rodeándose de turistas, o yendo de “mochila” parando en casas de cubanos, rodeándose de ellos, conociendo su realidad y comiendo en los “Paladares” (puestos en la calle).



Viaje a Cuba de mochila con tres personitas que tenían la misma necesidad: conocer aquel país emotivo, con tanto que contar. Recorrimos La histórica Habana, el pueblo de la cosecha, Viñales, la costa de Guanabo, el paradisíaco Varadero, el pueblo colonial, Trinidad, el moderno Cienfuegos, y por último, la ciudad de la determinante batalla, Santa Clara. 

En cada lugar paramos en casa de cubanos oficiales. Me detengo aquí para contar de qué se trata esto…

Casas de Renta Oficial

Muchas familias cubanas presentan sus casas al gobierno para ser aprobadas y poder poner sus habitaciones en renta a disposición del turismo. Del alquiler de las mismas el gobierno se lleva un porcentaje. Cada turista debe ser inscripto en el libro de la casa, y el mismo se debe llevar a la policía para dar parte de donde se encuentran los mismos y llevar el control de los alquileres. Las casas oficiales están identificadas por un cartel que posee el logo de un ancla, y la inscripción "Arrendador Divisa”. Muchos cubanos te ofrecerán sus casas a menor precio, porque la necesidad en Cuba está latente, pero si la casa no es oficial, y la policía descubre esta situación los cubanos pueden terminar presos y el turista deportado.

Cuando uno va a viajar a Cuba lo primero de lo que te hablan es de la pobreza, de la gente pidiéndote en la calle desesperadamente un jabón, una lapicera, ropa. Para nuestra sorpresa ya no es así, la única gente que te pide es la que está en todos los países, los alcohólicos o los locos que viven en la calle. Las casas de familia poseen jabones, preparan abundantes desayunos, muchas poseen aire acondicionado, televisión en cada habitación, y en las mejores hasta tienen piscinas y  “arreglos” para tener internet y cable en sus casas. A veces, dicho por la misma gente de las casas, es mejor no “preguntar tanto”, solo gente aprobada por el gobierno puede tener acceso a estos beneficios comunicativos, a los médicos por ejemplo se los permiten porque su trabajo requiere de una actualización constante. El internet que poseen las casas aprobadas es a través de conexión telefónica, muy lento.

Los turistas pueden acceder a un internet más veloz en las sucursales de “Etecsa”, cuesta alrededor de 5 Dólares la media hora, casi el mismo costo que la renta de una habitación compartida. Las llamadas telefónicas también son muy caras, por tal motivo el viajar a Cuba es volver en el tiempo, sumado a lo caro de la comunicación, las compañías telefónicas extranjeras no tienen señal en el país, literalmente en este país, te desconectas del mundo.

Retomando el tema anterior acerca de las necesidades del Cubano, sean más o menos pobres, siempre están al acecho, a la caza de "comisiones", puede ser para intentar venderte tabaco (legal o ilegal), para llevarte a un restaurante o a la casa oficial de algún amigo que después tendrá que darle un porcentaje de la renta, o lo más común, en la búsqueda de posibles “clientes”.

En Cuba se ve mucha prostitución, tanto de mujeres como hombres, es común ver a cubanos con extranjeros. A veces son clientes de una noche, de quien reciben dinero, o como diría una espantada, y simpática abuelita tallada a la antigua: - ¡Se venden por un Shampoo!. No hay muchas pretensiones en cuanto a la paga, es lo que puedan darles. Se observan a las cubanas en cada esquina viendo quien será su trabajo de ese día, un recurso muy utilizado es el de pararles los taxis a los turistas, al subir el mismo, ellas van detrás y los acompañan hasta su hotel. Muchas veces comienzan una charla desinteresada, parece que hay interés de ambas partes, y luego de estar en la situación clave, piden su paga. Hay quienes están varios días con el extranjero y simulan ser sus “novias”, los toman de la mano y se muestran muy cariñosas en la calle, mientras que su real novio cubano los lleva a recorrer todo el país en su auto. De quienes más cuidado se debe tener es de los Jineteros/as, ellos simplemente intentaran enamorarte a cualquier costa para poder casarse y salir del país.

Todas estas situaciones se dan a plena luz del día, tratando de pasar  desapercibidos de los controles policiales. Por ejemplo, toda la Habana posee cámaras de seguridad, exclusivamente para “cuidar al turista", porque aunque no lo crean, irónicamente, el ingreso de dinero más importante, de lo que este país vive, es del turismo. Si la policía, o el gobierno, observa una situación extraña, una charla que dura más de lo debido entre un cubano y un extranjero, les llaman la atención. Cuando algún joven en la calle se nos acercaba siempre lo hacían nerviosamente, observando para todos lados para asegurarse de que ningún policía estuviera cerca, recuerdo un encuentro que tuvimos con un rastafari en el malecón de la Habana, este fue su discurso:

- Yo no puedo ser rastafari en Cuba, quisiera no comer carne, pero el cerdo es lo barato, no puedo fumar, no se consigue, es ilegal, puedo ir preso. Pero nadie puede invadir mi cabeza, mis pensamientos. El cubano es apolítico, obediente, no puede pensar siquiera en hacer una huelga, al otro día tiene a la policía en su casa realizándole un lavado de cerebro, siendo amenazado. No podemos hacer amistades con extranjeros, si nos ven hablando e interrogan y tú dices que no soy tu amigo nos cobran una multa de 500 pesos nacionales, o hasta nos llevan presos. Sufrimos por no poder cambiar nuestra situación política, y sufrimos por las necesidades que tenemos, y eso es todo lo que conocemos en Cuba desde que nacemos, el sufrimiento.

Los rastafari son muy vigilados ya que representan la diferencia, llaman la atención, podrían resultar personas perjudiciales para el gobierno. El discurso de él, fue el mismo que el de muchos jóvenes que se nos acercaron en esos días. Nadie habla mucho de política, se puede percibir un gran fanatismo y admiración por "El Che", todos lo aman, pero no todos aman a Fidel.

Los sueldos básicos de los cubanos son de 40 Cuc al mes, el Cuc es la moneda turista que se maneja en Cuba, tiene casi el mismo valor que el dólar de EEUU, 40 Cuc son 960 en moneda nacional Cubana. Se rumorea que pronto la moneda nacional dejara de existir y se manejara solo el Cuc, lo que es grave para el cubano con porque los precios se manejan para el turismo, y ellos no poseen sus sueldos. 

¿Cómo vive el cubano con sueldos tan bajos?, ¡inventando!, los que pueden poseen dos trabajos y se las rebuscan para ver por dónde hacer negocio con el turismo. Esas mujeres cubanas vestidas con colores brillantes, con pañuelos, canastas y flores, felices, bailando por las calles no existen realmente, al igual que los hombres vestidos de guerrilleros con gorras del che y fumando habano en las esquinas, todos ellos no son más que un show montado para el turismo, para que la persona se acerque a sacarse fotos a cambio de una propina.


Muchas familias reciben ayuda económica de integrantes fuera del país, ellos les envían dinero y también les llevan artefactos que no pueden conseguir allí, como computadores y televisores modernos.

Cada persona del grupo familiar recibe "La libreta” mensual por parte del gobierno, la misma consta de:

- Un Aceite, un paquete de sal y uno azucar por grupo familiar
- 5 libras de arroz
- 1 libra de pollo
- 1 pan diario

Insumos como la leche, el café, la mantequilla son muy caros. Otra curiosidad de Cuba es que el comer carne de vaca es ilegal, son solo para consumo del gobierno, si un Cubano come carne de vaca en su casa va preso, si un Cubano mata a una vaca son 20 años de cárcel, por matar a una persona son 10. Siendo turista se puede consumir carne de vaca en restaurantes, el cubano también puede hacerlo, pero no tiene el dinero.  Los presos en Cuba realizan trabajos comunitarios en los campos.

La educación en Cuba es gratuita, pero aun así muchos jóvenes no poseen la ayuda económica necesaria para estudiar, terminan optando por trabajar y ayudar a sus familias. La salud es gratuita, pero los medicamentos para el cubano son muy caros, en los pueblos suelen hacer botiquines comunes con medicamentos que los extranjeros les dejan para utilizarlos cuando alguna persona del lugar lo requiera.

En este país no existen los orfanatos, ni niños desamparados. Hay muchos perros en la calle, enfermos, pero nadie puede hacer nada por ellos porque no tienen el dinero para sanarlos.



Con respecto a su situación dentro del país, si alguno quiere salir debe tener una carta de un extranjero invitándolos a conocer su país, esta debe ser aprobada por el gobierno, y claro, el cubano debe tener el dinero para pagarse su pasaje. No hay tantas restricciones como antes para salir del país, ni tanta gente que intente escapar en balsa a EEUU. Cabe remarcar que si un cubano es visto en la costa Estadounidense sin haber pisado tierra es deportado por ellos nuevamente a su país, sin gozar de sus anhelados derechos como ciudadanos de EEUU. Al ser enviados nuevamente a Cuba, van presos.

Los deportistas, los médicos, y cualquier persona que pueda representar a Cuba en el exterior son quienes pueden salir sin inconvenientes. Los médicos son enviados muchas veces a realizar misiones a África y Haití. Muchos aprovechan estas salidas, una vez fuera, no regresan.

Retomando el tema laboral en Cuba también se puede decir que un gran porcentaje de la población cubana vive del cultivo. Cada campesino cultiva su campo para alimentar y sustentar a su familia (consta de 4 grupos familiares). Todo campesino está obligado a tener cultivar tabaco en la medida que ellos prefieran. Si la cosecha fuerte de un campesino es el tabaco entonces deberá venderle el 90 % al gobierno, y de ese dinero vivirá, ellos pueden vender el 10% restante o usarlo para consumo personal. También cultivan frutas y vegetales, pero en menor medida solo para su consumo. Si el fuerte del campesino es la cosecha de frutas y verduras, entonces eso es lo que deberá vender obligatoriamente. Los vegetales y frutas de cultivo común y de mayor importancia son: frijol, malanga, arroz, yuca, boniato, piña, plátano, maíz y mamey.


Creo que no me estoy olvidando de nada, algunas ciudades son mas coloniales que otras, la comida económica por excelencia en la calle es la pizza, muchos se transportan en "Bici-Taxi", el atractivo turístico son las carrozas, los autos antiguos (hoy ya se ven muchos autos modernos también), la carne se vende en plena calle. Cuba es culta, hay muchos puestos de artesanos, muchos artistas, pintores, músicos, bailarines. Hay gente muy hermosa, y cálida, como Esmildo, el hombre de un hogar en Varadero, un señor mayor, según su mujer, hablaba mucho, pero eso era lo que a él le gustaba, compartir momentos e historias y estaría muy feliz de poder leer su nombre en este blog, de ver que si escribí acerca de él y su país, de ver que gente de otros lugares ya saben de él a través de este mundo virtual tan lejano para él. En fin, todo esto es lo que viví, conocí y experimente en Cuba, toda esta información la extraje de charlas con estas personas tan especiales, esta realidad fue la que me reflejo la gente en diciembre del 2013, no sé cómo será este país dentro de algunos meses, o algunos años, probablemente lo que hoy escriba deje de ser su realidad en un futuro. Una de las reflexiones más importantes que me dejo este país está relacionada con que el general de la población cubana afirma querer viajar y conocer otros lugares, pero no desean vivir fuera de Cuba, se sienten seguros en su país, le temen al uso de armas, le temen a los narcotraficantes y al uso de drogas. Ese no es más que un fantasma que crearon en su consciencia, el justificativo, el consuelo que encuentran a su encierro, porque si bien la inseguridad, las guerras, las drogas, son una realidad con la que el resto del mundo convive, al fin y al cabo, ellos le temen a su propia policía, a su propio gobierno y no son libres de manifestar sus ideas, ni siquiera de comer lo que les guste.


Para mí una vida de prohibiciones, imposiciones, una vida sin aspiraciones, sin animarse a ir más allá, una vida con temor y necesidades constantes, no es vida, estés donde estés. A veces todo eso es determinado por un agenté externo, en este caso, el país donde se vive, pero otras veces es uno mismo quien se determina a vivir así.


¡A vivir! 

Aldy Malén

Pasaje a mis Raíces

Argentina - Septiembre 2013

Las raíces de cada persona llevan consigo un registro de su vida, emociones, cicatrices. A veces nos olvidamos de ellas, permanecen ignoradas, o superadas, pero allí permanecen marcadas, formando parte de nuestra historia, dejando rastros, vislumbrando nuestro paso por el mundo.

Muchas veces nada queda en el presente de personas o hechos pasados, pero debemos reconocer su existencia, porque ello es parte imprescindible del ser que hoy somos. De lo aprendido tomaras ejemplos, de lo que quieres o no ser en un futuro, de que quieres o no para tu vida. El flujo de la toma de decisiones se da en el presente, si somos conscientes del hoy, escuchamos lo que necesitamos y seguimos nuestros instintos no hay margen de error, porque nunca podremos reprochar una decisión tomada desde el corazón.

Esta enseñanza me dejo Argentina, a cada persona la llevo conmigo en cada paso que doy, hoy soy lo que soy y tomo las decisiones que tomo porque cada uno de ustedes me enseño algo, porque recuerdo cada frase, cada consejo, cada caída, cada alegría. Hoy sé que existe la felicidad plena y sé que existe el sufrimiento, pero también sé que cada ser tiene el poder de crear su propio estilo de vida. Hubo gente en mi visita de la que me enorgullecí, gente que creció, gente que permaneció igual, gente con la que me hubiera gustado compartir más, gente que me sorprendió, pero fue lo que debía ser. 

En Marzo de este año vuelvo a visitar, con cambios propios, dispuesta a llenarme de los míos, dispuesta a dejarles algo.


Aldy Malén


Después de casi un año, pensándote, te vuelvo a encontrar, intacto, para llenarte de palabras, algunas sabias, otras más impulsivas.

¿Por qué paso tanto tiempo?... es una pregunta que nos hacemos en muchas situaciones de la vida, pocas veces tiene respuesta. Podría decir que el foco estuvo en otros sitios, en el amor, en algunas preocupaciones, en viajes, en trabajo, en enfermedades, en el día a día… supongo.
Hoy tomo algunos bocetos de escritos y les doy forma, para quienes lo lean. Estos son reflejos de aquellos momentos y experiencias que obvie contarles hasta hoy. Respuestas a muchas preguntas que me hicieron y titubee en contestar, porque hacerlo era explayarme demasiado.

¡Aquí les vas! (Expresión mexicana)

ENTRE TIEMPOS… Apreciaciones SUBjetivas – Abril/Junio 2013

Mi primera experiencia en DF, mis primeros y maravillosos 3 meses en DF.
Nueva gente, nuevos hogares, nuevas costumbres, los típicos puestos de comida mexicana, tacos, quesadillas, frutas… readaptación. A diferencia de los otros lugares de México en los que viví aquí pude conocer más a los mexicanos.

Para mi DF no fue, ni es, el monstruo de la inseguridad y el caos que se dice que es. La inseguridad se evita si uno sabe por dónde moverse, que cosas no consumir, y con quien no meterse. Para evitar el tráfico simplemente se puede recurrir al metro, es económico, se viaja bastante apretado en hora pico, pero llegas rápidamente a cualquier lugar de la ciudad, tampoco se pueden tener tantas pretensiones, ¿no?. No muchas personas en la ciudad de México recomiendan usar taxis de la calle, tienen fama de ser partícipes de secuestros, robos y violaciones, se recomienda tratar de evitarlos. Existen taxis de sitios y taxis que se pueden pedir vía telefónica, más seguros, pero también más caros. De cualquier manera, sea el taxi que sea debes llevar un GPS contigo porque la mayoría de los taxistas nunca saben cómo llegar  a los lugares, pero si saben cuáles son las zonas de más tráfico.

En el DF, al igual que en la mayoría de las ciudades más grandes, el tiempo es dinero, y uno encuentra que hacer con cada hora de su día, ya sea trabajo, u ocio. Puedes recorrer parques, museo, teatros, exposiciones, bares, si te alejas un poco de la ciudad tienes pueblos con paisajes hermosos para visitar, siempre hay algo que puedes hacer para no aburrirte.
Cosas que me llamaron la atención en la ciudad, que no veía tanto en Argentina, son las relaciones; irónicamente a México se lo reconoce como un país característicamente religioso y machista, en muchas Colonias (Localidades, en Argentina), especialmente en la “Zona Rosa”, Colonia Juarez, se puede apreciar grandes números de parejas homosexuales, y la aceptación de la diversidad por parte de la sociedad, en su mayoría, es buena. Los Mexicanos, homosexuales o heterosexuales, son muy demostrativos en pareja, no tienen pudor de mostrarse besándose apasionadamente en la calle, claramente no le hacen mal a nadie, pero son situaciones comunes que remarco, se pueden ver todo el tiempo en cualquier lugar si uno presta atención a su alrededor. También se pueden ver hombres grandes de dinero, con jóvenes veinteañeras, hermosas, mexicanas o extranjeras. El DF, y otras ciudades de México resultan muchas veces superficial, negativamente, gran parte de los mexicanos creen que lo de “Afuera” es mejor. Si eres, en su juicio, “estéticamente bello” puedes obtener beneficios, muy buenas propuestas laborales, comidas gratis en restaurantes, membresías gratuitas en gimnasios, y hasta servicios médicos gratuitos a cambio de publicidad. Siempre con cuidado, no faltan las propuestas indiscretas, de hombres a mujeres, de hombres a hombres, y mujeres a mujeres también, la realidad es que hay mercado para todo y cada uno opta por sus preferencias. La ciudad es grande y diversa, y si uno quiere aislarse de esto, puede hacerlo fácilmente.

El mexicano tiene un gran valor cultural, muchísimos recursos para crecer, son buenas personas en su mayoría, predispuestas siempre a ayudar y brindarte lo que necesites con una gran calidad humana, amabilidad y humildad. Yo les tengo un gran y profundo aprecio, y en mi opinión, deberían levantar su rostro, creer realmente que pueden hacer cualquier cosa que se propongan, y ubicar en su lugar a cualquier mexicano o extranjero que desee ponerlos por debajo. El que valoren a su país por encima de otros, es el comienzo para aprender a valorarse a si mismos.

CANCUN POR AMOR, DENGUE POR MOSQUITO – Julio/Septiembre 2013

Llega una instancia del viaje en que se necesita la conexión con uno mismo, para desenmarañar cuales son las cosas que se quieren, que lo llenan y que lo hacen feliz.
En mi caso fue una persona, podría haber seguido en DF ganando dinero, podría haber continuado mi viaje hacia otro lugar, muchos eran los “podrían”, pero mi corazón receloso y orgulloso fue vulnerable al amor y me mostro que había algo dentro de él que no podía silenciar fácilmente… el amor. Tome mi mochila nuevamente, di una vuelta olímpica por México y Guatemala para renovar mi visa, y allí estaba, nuevamente en Cancún, con él.

Amor, risas, proyectos, vida sana, relajada, algo de trabajo en promociones y publicidad (es lo que hago en México por el momento, básicamente), otro poco de naturaleza, todo eso me rodeaba y…

“El mosquito dengoso”, mejor conocido como “Aedes aegypti”. Contraje el virus del dengue más fuerte, el hemorrágico, es mortal si no se lo trata a tiempo, disminuye las plaquetas y glóbulos blancos del cuerpo, llegando a producir hemorragias internas y externas. Los primeros síntomas son malestares gripales, fiebre alta, dolor de cabeza, por lo que es común tomar un “ibuprofeno” para calmarlos. En ese momento comprendí la importancia de no auto-medicarse, el ibuprofeno, al igual que muchos medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, aumentan el riesgo de sangramiento e interfieren el proceso de acción plaquetaria, que es el mecanismo indispensable para detener la hemorragia. El ibuprofeno podría haberme matado, uno nunca escucha a los médicos hasta que contrae una enfermedad como esta y se encuentra googleando todo lo que pueda acerca de la misma.

En lugares tropicales como el caribe mexicano es normal contraerlo, al igual que la “salmonela”. El dengue no tiene cura, no hay vacunas, ni medicamentos, el tratamiento es “cambiar los líquidos del cuerpo”, ingerir grandes cantidades diarias de “suero”, solo eso.


Después de tres semanas, y muchos litros de suero bebible estuve recuperada para visitar mi amada ARGENTINA

Aldy Malén